
         
 La piel representa una barrera notablemente            eficaz contra las infecciones bacterianas. A pesar de que muchas bacterias            viven sobre la piel, normalmente son incapaces de provocar una infección.            Las infecciones bacterianas de la piel pueden afectar a una sola zona            y tener el aspecto de un grano o bien propagarse en unas horas y afectar            a un área mucho más extensa. Las infecciones cutáneas            pueden presentar un grado de gravedad variable, desde una acné            sin importancia hasta una enfermedad potencialmente mortal, como el            síndrome de la piel escaldada producido por estafilococos. 
         
 Muchos tipos de bacterias pueden infectar la piel.            Los más frecuentes son los Staphylococcus y los Streptococcus.            En los hospitales o las residencias pueden producirse infecciones causadas            por bacterias menos comunes, al igual que cuando se realizan trabajos            de jardinería o se nada en un estanque, un lago o en el mar.          
         
 Algunas personas presentan un riesgo específico            de contraer infecciones de piel; por ejemplo, los diabéticos,            que poseen una irrigación cutánea disminuida, en especial            la de las manos y de los pies, y los enfermos de SIDA, que presentan            un sistema inmunológico deprimido. La piel dañada por            los rayos del sol, las rascaduras u otra irritación también            tiene más posibilidades de infectarse. De hecho, cualquier lesión            en la piel predispone a una persona a sufrir una infección. 
         
 Por lo general, mantener la piel intacta y limpia            evita las infecciones. Cuando la piel sufre un corte o un arañazo,            lavar la zona con agua y jabón ayuda a prevenir una infección.            Si bien la mayoría de las cremas y ungüentos con antibióticos            son poco eficaces para prevenir o tratar las infecciones cutáneas,            algunas cremas más recientes, como la mupirocina, son eficaces            en ciertos casos. Los baños calientes pueden incrementar la llegada            de sangre a la zona infectada y ayudan a curar una infección            confinada a un área reducida. Si la infección se extiende,            los antibióticos deben ser tomados, ya sea por vía oral            o mediante inyecciones. 
         
 Impétigo 
         
 El impétigo es una infección cutánea            causada por Staphylococcus o Streptococcus, que se caracteriza por la            formación de pequeñas ampollas llenas de pus (pústulas).          
         
 Esta enfermedad afecta principalmente a los niños            y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque frecuentemente            lo hace en la cara, los brazos y las piernas. Las ampollas pueden ser            del tamaño de un guisante o como grandes anillos. El impétigo            puede seguir a una lesión o una enfermedad que provoque una lesión            en la piel, como una infección micótica, las quemaduras            por el sol o una picadura de insecto. El impétigo también            puede afectar a la piel normal, en especial las piernas de los niños.          
         
 El tratamiento precoz puede evitar que el impétigo            infecte la piel más profunda (ectima). Antibióticos como            la penicilina o una cefalosporina son habitualmente administrados por            vía oral. En alguna rara ocasión, el impétigo causado            por Streptococcus puede conducir a una insuficiencia renal. 
         
 Foliculitis, furúnculos y carbuncos 
         
 La foliculitis es una inflamación de los            folículos pilosos causada por una infección por Staphylococcus.          
         
 En los folículos pilosos se forma una pequeña            cantidad de pus, que hace que se irriten y enrojezcan. La infección            daña los pelos, los cuales se pueden arrancar fácilmente.            La foliculitis tiende a volverse crónica en los sitios en que            los folículos pilosos se encuentran profundamente arraigados            en la piel, como en la zona de la barba. Los pelos rígidos pueden            curvarse y penetrar en la piel, produciendo irritación, aunque            no exista una infección importante. 
         
 Los furúnculos son áreas grandes,            dolorosas, inflamadas y sobreelevadas originadas por una infección            por estafilococos alrededor de los folículos pilosos. 
         
 Lo más frecuente es que aparezcan en cuello,            mamas, cara y nalgas y son particularmente dolorosos cuando se forman            alrededor de la nariz, de las orejas o en los dedos. Los furúnculos            a menudo tienen pus en el centro. Por lo general, eliminan un exudado            blanquecino, ligeramente sanguinolento. En algunas personas se forman            furúnculos molestos y recurrentes (furunculosis) y se pueden            producir epidemias entre los adolescentes que viven en barrios hacinados            y carecen de una higiene apropiada. 
         
 Los carbuncos son grupos de furúnculos que            producen grandes escaras en la piel y finalmente cicatrices.
         
 Los carbuncos se desarrollan y curan más            lentamente que los furúnculos aislados y pueden acompañarse            de fiebre y de cansancio, ya que representan una infección más            grave. Aparecen con mayor frecuencia en los varones y más frecuentemente            en la parte posterior del cuello. Las personas mayores, los diabéticos            y quienes padecen enfermedades graves son más proclives a presentar            carbuncos. 
         
 Tratamiento
         
 Mantener la piel limpia, preferiblemente con un            jabón líquido que contenga un agente antibacteriano, es            la mejor forma de evitar el contagio de estas infecciones. El calor            húmedo favorece la acumulación de pus y puede hacer que            un furúnculo exude espontáneamente. Cuando aparece un            furúnculo cerca de la nariz, los médicos suelen tratarlo            con antibióticos porque la infección puede propagarse            rápidamente hacia el cerebro. Cuando surgen furúnculos            o carbuncos, se suele tomar una muestra de pus para su evaluación            en el laboratorio y se administran antibióticos orales. Quienes            presentan furúnculos recurrentes pueden requerir antibióticos            durante meses o incluso años. 
         
 Erisipelas 
         
 La erisipela es una infección cutánea            causada por estreptococos. 
         
 Habitualmente, la infección aparece en la            cara, en el brazo o en la pierna, y a veces comienza en una zona de            piel lesionada. Aparece una erupción brillante, roja, dolorosa,            ligeramente inflamada y a menudo se forman pequeñas ampollas.            Los ganglios linfáticos en torno a la zona infectada pueden hincharse            y ser dolorosos; las personas aquejadas de infecciones particularmente            graves presentan fiebre y escalofríos. 
         
 El tratamiento oral con penicilina o eritromicina            durante dos semanas suele curar las infecciones leves. Cuando la infección            es aguda, lo primero es administrar el antibiótico mediante inyección.          
         
 Celulitis 
         
 La celulitis es una infección difusa en las            capas profundas de la piel y a veces incluso debajo de ellas. 
         
 La causa más frecuente de la celulitis, sobre            todo si había una herida previa, es una infección estreptocócica.            No obstante, muchas otras bacterias pueden causar celulitis, especialmente            después de mordeduras de personas o animales o tras lesiones            producidas en el agua. 
         
 La infección afecta sobre todo a las piernas            y a menudo comienza con una alteración cutánea causada            por una lesión menor, una úlcera o una infección            micótica entre los dedos La celulitis produce inflamación,            dolor, calor y enrojecimiento. Algunas áreas tienen aspecto de            magulladura y pueden presentar pequeñas ampollas. Los síntomas            de la infección pueden ser fiebre, escalofríos, dolor            de cabeza y complicaciones más graves como confusión,            hipotensión y taquicardia. 
         
 La celulitis es fácilmente reconocible, pero            identificar las bacterias causantes de la infección resulta más            difícil. Los médicos suelen tomar muestras de sangre (a            veces de piel) que son enviadas al laboratorio, donde se cultivan y            se identifican las bacterias. 
         
 Tratamiento 
         
 El tratamiento inmediato puede prevenir la propagación            rápida de la infección y su llegada a la sangre y a otros            órganos. La celulitis suele tratarse con penicilina o un fármaco            similar a ésta, como la dicloxacilina. Los pacientes con celulitis            leve pueden tomar antibióticos orales; los de mayor edad y los            que presentan una celulitis de rápida difusión, mucha            fiebre u otra evidencia de infección grave requieren primero            el antibiótico por inyección antes de comenzar con los            de uso oral. Si la infección se localiza en las piernas, mantenerlas            elevadas y aplicarles paños fríos y húmedos alivia            el malestar y reduce la inflamación. 
         
 Si la celulitis se vuelve recurrente, es probablemente            producida por otra enfermedad (como el pie de atleta) que debe ser convenientemente            tratada. 
         
 Paroniquia 
         
 La paroniquia es una infección que rodea            el borde de una uña de la mano o del pie. 
         
 La infección suele comenzar a partir de una            rotura de la piel, una manicura demasiado traumática o una irritación            crónica. Como la región de las uñas dispone de            poco espacio para inflamarse, la infección tiende a ser bastante            dolorosa. A diferencia de la mayoría de las infecciones de piel,            la paroniquia puede estar causada por diferentes bacterias, como Pseudomonas            y Proteus, así como por hongos como Candida. 
         
 Tratamiento
         
 Las compresas o los baños calientes ayudan            a aliviar el dolor y con frecuencia a eliminar (drenar) el pus. Los            baños calientes también aumentan la circulación            sanguínea, lo que a su vez ayuda a combatir la infección.            En ocasiones el médico drena la infección practicando            una pequeña incisión en la bolsa purulenta (absceso) con            un bisturí. Las infecciones en las que se consigue un drenaje            adecuado pueden no necesitar el tratamiento con antibióticos.            Si la infección tiene tendencia a extenderse, el médico            puede prescribir antibióticos orales. 
         
 Si la paroniquia está causada por un hongo,            el médico drena la infección y prescribe una crema antifúngica            que contenga ketoconazol, ciclopirox o miconazol y aconseja baños            calientes. En casos graves se prescribe un antifúngico oral.          
         
 Síndrome de la piel escaldada por estafilococos          
         
 El síndrome de la piel escaldada por estafilococos            es una infección cutánea aguda y diseminada en la que            la piel se desprende como si se hubiese quemado. 
         
 Ciertos tipos de estafilococos producen una sustancia            tóxica que hace que la capa superior de la piel (epidermis) se            separe del resto de la misma. Las infecciones cutáneas causadas            por Staphylococcus pueden degenerar en síndrome del shock tóxico,            una enfermedad potencialmente mortal. 
         
 El síndrome de la piel escaldada por estafilococos            afecta habitualmente a lactantes, niños y personas inmunodeprimidas.            Las manos del personal de los hospitales pueden contener estafilococos,            las bacterias infectantes, y transmitirlos de un bebé a otro,            lo que en ocasiones produce epidemias en las guarderías. 
         
 Síntomas
         
 El síndrome suele comenzar con una infección            aislada y costrosa que puede parecerse al impétigo. La infección            puede aparecer en la zona del pañal o alrededor del muñón            del cordón umbilical durante los primeros días de vida.            En los niños de 1 a 6 años, el síndrome puede comenzar            con una zona costrosa localizada en la nariz o en las orejas. Al día            siguiente, aparecen regiones de color escarlata alrededor de la zona            costrosa. Estas áreas pueden ser dolorosas. Por otra parte, grandes            extensiones de piel pueden enrojecer y formar ampollas que se rompen            con facilidad. 
         
 La capa superior de la piel comienza entonces a            desprenderse, a menudo en grandes tiras, incluso cuando se tocan ligeramente            o se presionan suavemente. Después de uno o dos días,            puede afectarse toda la superficie de la piel y el niño enferma            gravemente, presentando fiebre, escalofríos y debilidad. Con            la pérdida de la barrera protectora de la piel, otras bacterias            y argentes infecciosos pueden penetrar fácilmente en el organismo.            Además, pueden perderse importantes cantidades de líquido            debido a la supuración y a la evaporación. 
         
 Diagnóstico 
         
 Mediante una biopsia (extracción de una muestra            de piel y examen de la misma al microscopio) o enviando una muestra            de piel al laboratorio para su cultivo, los médicos pueden diferenciar            el síndrome de la piel escaldada por estafilococos de otras enfermedades            de aspecto semejante, como la necrólisis epidérmica tóxica,            que generalmente es causada por un fármaco. 
         
 Tratamiento 
         
 A menudo, el médico prescribe un antibiótico            intravenoso del tipo de la penicilina como, por ejemplo, cloxacilina,            dicloxacilina o cefalexina. Sin embargo, si el diagnóstico del            síndrome se establece de forma temprana, la forma oral de alguno            de estos fármacos da buenos resultados. Esta terapia debe continuar            al menos durante 10 días. Con un tratamiento precoz, la curación            se produce entre los 5 y 7 días.
         
 La piel debe ser manipulada con cuidado para evitar            un mayor desprendimiento de la misma; de hecho debería cuidarse            como si estuviera quemada. El médico puede aplicar una compresa            protectora. Los niños gravemente afectados pueden ser tratados            en la unidad de quemados de un hospital. 
         
 Eritrasma 
         
 El eritrasma es una infección de las capas            superficiales de la piel causada por la bacteria Corynebacterium minutissimum.          
         
 El eritrasma afecta principalmente a los adultos            y a los diabéticos; es mucho más frecuente en los trópicos.            Al igual que una infección fúngica, el eritrasma suele            aparecer donde dos zonas de piel contactan entre sí, como debajo            de las mamas, en las axilas, en los espacios interdigitales de los pies            y en la zona genital, especialmente en los varones, donde los muslos            tocan el escroto. La infección puede producir placas irregulares            y rosadas que posteriormente pueden convertirse en finas escamas de            color pardusco. En algunas personas la infección se extiende            hasta el tronco y la región anal. 
         
 Los médicos pueden diagnosticar un eritrasma            fácilmente porque Corynebacterium muestra un brillo característico            de color rojo coral bajo la luz ultravioleta. Un antibiótico,            como la eritromicina o la tetraciclina, por vía oral, puede eliminar            la infección. Los jabones antibacterianos también pueden            ser de utilidad. El eritrasma puede recurrir entre 6 y 12 meses más            tarde, necesitando entonces un segundo tratamiento.